sábado, 8 de enero de 2011

Mi Hada. Texto de Miguel Domínguez

Mi hada
Mi hada entró abruptamente por una ranura en la pared, parpadeó con sus grandes ojos verdes y me preguntó por el rosal más cercano, le indique que lo más aproximado era una bugambilia que crecía silvestremente en la entrada de mi casa, a mis espaldas la ranura se abría como una cremallera y salió un hada enfundada en una inquietante minifalda de cuero negro y tacones impresionantemente altos, traía la palabra perversiòn tatuada en las pupilas no se digno mirarme y dió espacio a dos hadas idénticas, traían sus alas plegadas y sin mediar palabra se acomodaron en mi cuarto, se oían muy alegres y cómodas, ahora tengo en mi sofá 18 musas baquetonas burlándose de mi ineptitud y 4 hadas haciendo gala de su mayor insolencia, deambulando en mi cuarto, mi único refugio es un rincón en el techo, y la esperanza de que no se les ocurra hechar un vistaso a mis sueños.

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