jueves, 10 de noviembre de 2011

La duende Yudi

"Yudi" Grafito sobre papel. Ángeles Bravo
Así es como recuerdo haberla visto por primera vez, sentadita en la entrada de una madriguera de conejo. Tenía un hermoso vestido en colores marrones y verde hoja que le ayudaban a confundirse con el paisaje.
Había salido corriendo de la madriguera porque al conejo se le había metido en la cabeza efectuar un acto de magia con ella, había vistó tantas veces hacerlo al mago que afirmaba podía reproducirlo como una calca. Se trataba de meter en una caja a alguien y serrucharlo por la mitad a la altura de la barriga más o menos. Separar al individuo, en este caso individua, en dos sin que sufriéra ningún daño. Nada podía salir mal, así que convenció a Yudi la duende, a servirle de asistente en tan prodigioso acto. Todo estaba previsto salvo que Yudi saliera corriendo en cuando vió el serrucho. Por suerte para la duende el conejo siempre tenía cosas en la cabeza, inquietudes diversas, pronto olvidó el acto de magia y se concentró en encontrar "la cosa" en la que nadan los Leptons, son unas partículas que... bueno eso es otra historia. Mientras ella, duende como era muy pronto se recuperó del susto y volvió a sus risas, a su fiesta particular y a su "desmecate" de siempre.

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