lunes, 28 de marzo de 2011

La Vidente

Hoy caminando por la calle me tope con una tienda especializada en vender figuras religiosas y dentro se encuentra toda una sección dedicada a las hadas, las hay de todo tipo y tamaño y colores. Pregunté por el precio de una en especial, la cual me había gustado mucho, la encargada y dueña de la tienda me explicó que las hadas son las que escogen al dueño y no al revés, que si yo me interesaba en una en particular eso significaba algo, por mi elección se podía ver un período de cambio en mi vida o era un cambio que yo buscaba. Me lo podía decir con seguridad porque ella era vidente y sabía de esas cosas. Era un don de nacimiento pero no lucraba con el, se conformaba con las ventas de su tiendita, ciertamente el lugar es pequeño pero muy lindo y pulcro. Me dijo otras cosas inquietantes, como: "No sé si usted anda mucho en la calle, tenga cuidado, despide toda esa energía", le contesté- "no le entiendo". -"No es cosa de entender, es así..., su collar le sirve de protección, déjeme verlo". "Si tiene piedras protectoras que le sirven".
Yo quería preguntar si la energía que despedía era buena o mala, pero en eso entraron otros clientes a los que atendió solícitamente. Los clientes se fueron  y la vidente preguntó "Le gustan las hadas". -Sí- respondí- yo las dibujo, le quise mostrar mi libreta de dibujo, intente sacarla de mi mochila pero la vidente dijo" No, no me muestres. No quiero verlas, si tu las dibujas, te hablan a ti. Si yo viera tus dibujos sabría cosas sobre ti que no tengo porque saber. No se las enseñes a nadie, nadie tiene que saber".
Yo pensé "Oho, tengo un blog en la red, mostrando todo lo que me pasa con las hadas, todo lo que nadie debería saber, te lo estoy diciendo a ti y al mundo". Me acobarde y  no se lo comenté, me sentí como una exhibicionista así que le señalé la figura que me llevaría para apresurar la compra y poder irme. La dueña de la tienda se concentró en la envoltura de mi hada mientras me hablaba de otras cosas. Me quedé pensando si debía cerrar el blog, si hacia mal en mostrarte a las hadas que me vistan. A ver si alguna me da su opinión en los próximos días o semanas o cuando alguna quiera aparecerse.

lunes, 21 de marzo de 2011

Esos días...

"En mi mano" Gis pastel 29.7 x 42 cm. Ángeles Bravo.

En esos días había estado esperando algún correo con buenas noticias , sólo llegaron dos, prácticamente iguales: "lo sentimos pero por ahora no necesitamos de sus servicios, cuando haya un puesto vacante en ilustración, le avisaremos con gusto". Sin esperanza, ni dinero ¿qué me quedaba?, lo más lógico ¡el suicidio!; así que fuí a meter la cabeza en el horno de microhondas para que me explotará el cerebro, un final digno de mí.
No contaba con que el horno de microhondas no funciona sino se cierra la puerta (¡pinches puertas!), entonces pensé en muerte por ahorcamiento, tomé lo que estaba a la mano: el cable del televisor, sí otro final digno de mí, me ahorcaría con el opio de la sociedad moderna. Cuando estaba a punto de dar el tirón final, una voz grita a lo lejos "¡hija!, ¡prendeme la tele, ya va empezar mi novela! (¡chin!, ¡la telenovela de las seis, no lo pensé, pinches novelas!, ¡pinches cables de televisión!). Le prendí la tele a mi mamá y  fuí a mi cuarto a tirarme en la cama como ballena encallada en la playa.
Ahí estaba en "coma depresiva", cuando note algo adherido al dedo índice de mi mano izquierda, era una de esas criaturas molestas ya para mi,(por sus continuas intromisiones a mi "equilibrada vida"), era una hada pequeña e inoportuna tirando de mi dedo y diciéndome -allá, -¿allá queé?, ¡déjame en paz!, le dije de mala manera pero ella insistió señalando hacia algún lugar, forcejeándo con mi dedo para que la siguiera.
 No quiero ir, vete. Y sacudí fuertemente mi mano para desacerme de la criatura, pero se aferró aún más. En vista de que no me libraría de ella hasta que accediera a sus peticiones, me levanté y fuí a donde "la cosa con alas" quería. Fuimos al lugar donde había botado mi material de dibujo, hacía ya varios días, por la frustración que me causaba esta profesión tan ingrata conmigo. Esa hada egoísta quería un dibujo suyo, -en ese momento-, sin importarle para nada mi situación. ¡Que más daba! si con eso se desaparecía de mi vida. Comencé con mi nuevo trabajo no me levanté de mi asiento hasta terminar, ni el hada se despegó de mi hasta verse retratada en el papel, y aquí lo tienes -el pinche dibujo, el instante en que me tope con esa hada testaruda.

domingo, 6 de marzo de 2011

Hada Hechicera.

"Hada Hechicera"  acuarela sobre papel 25 x 35 cm. A. Bravo.
Las hadas aman la vida, aman los árboles y las plantas. Les enfada nuestro trato insensible a la naturaleza y este descontento lo manifiestan con bromas y un abierto recelo hacia los humanos.
Aman la música, algunas de ellas son excelentes músicos, algunas personas afirman que fueron en algún tiempo humanos que se transmutaron en hadas. Les encanta bailar particularmente las danzas tradicionales de las tierras en las que habitan.
Las hadas se fascinan con los seres humanos y les encanta cualquier aspecto concerniente a ellos, les gusta observar la vida cotidiana de los humanos, sus pasiones, sus diversiones y hasta sus desasociegos. Del libro "Guía de las Hadas y otros Seres Fantásticos" de Edain McCoy.