Mi ángel desperdiciaba placidamente su tiempo apoltronado en mi sofá con la mullida compañía del hada de los ojos verdes, quien indolentemente y sin mucho interés escuchaba la perorata de mi ángel quien disertaba sobre el decálogo de Kieslowski.
Mi favorita irrumpió intempestivamente en la habitación anunciándose con un fuerte taconeo y con toda la concupiscencia nocturna enredada en sus caderas, con un par de beligerantes pasos de capoeira sembró en el piso a mis 42 musas, acto seguido anuncio la instauración del "Sindicato Único de Hadas, Musas y demás seres anexos", que no necesitan más que belleza y sensualidad para ser. Se instauro como presidenta única y vitalicia, como primer acto les pidió su cuota sindical, las mando de plantón al zócalo y se quedo conmigo hostigandome con la corrección de estilo y mi muy fallida ortografía.
Lo bueno es que mi habitación luce mas limpia y sin tanto asinamiento como con las hadas, mis musas y mi ángel. Lo malo es que mi favorita es verdaderamente ruda y no me deja mucho espacio para holgazanear.
Hada bailarina, Grafito sobre papel. Ángeles Bravo |
No hay comentarios:
Publicar un comentario